Claves para encontrar tu empresa ideal

El solo hecho de que estés pensando en el término empresa ideal y hayas llegado hasta aquí y estés leyendo estas palabras significa que sientes que tu actual puesto de trabajo no responde a tu potencial y a tus expectativas. Pero ¿realmente sabes cuál es esa empresa en la que te encontrarás a gusto? ¿Puedes identificarla? Vamos a ayudarte un poco a ello.

Cómo encontrar tu empesa ideal

¿Por qué cambiar? Vencer la resistencia al cambio

‘Debería cambiar de trabajo’ es una expresión que todo el mundo dice alguna que otra vez, generalmente al finalizar períodos especialmente agotadores. Pero todos sabemos que es más una queja que la expresión de un deseo. Muy pocas veces se le da contenido real a esa frase, porque es muy habitual que nos encontremos secuestrados por la inercia.

Por poco satisfactorio que sea nuestro entorno laboral, por muy poco que veamos valorado nuestro empeño diario y por poco adaptado que lo encontremos a nuestro estilo de vida, posiblemente dejaremos vencer a nuestro sentido pragmático de la vida. Al fin y al cabo, los grandes cambios suponen algún tipo de sacrificio y no siempre estamos seguros de que merezca la pena realizarlo.

Pero te invitamos a dar un paso más allá y que te enfoques en la situación que dio lugar a la queja que mencionábamos (“debería cambiar de trabajo”). ¿Por qué quieres buscar esa compañía en la que crees que tus habilidades y tu personalidad se encontrarán en su medio natural? ¿Qué te hizo desear el cambio? Te damos algunas pistas:

  • Necesitas una empresa que tenga una mejor gestión del talento para que puedas continuar desarrollándote como profesional.
  • Necesitas que se reconozcan y aprovechen tus soft skills.
  • Necesitas que desaparezca la sensación de que hay un tope por encima del cual no podrás seguir creciendo.
  • Necesitas que tu estilo de vida no se vea relegado.

En definitiva, necesitas encontrar la empresa que responda a tus necesidades como profesional y como persona. Esa será tu empresa ideal. Y lo que debes hacer ahora es cambiar la perspectiva. Deja de decirte “debería cambiar de trabajo” y empieza a preguntarte a ti mismo: ‘¿Por qué debería renunciar a crecer laboral y personalmente?’.

 

 

¿Por dónde empezar?: autoevalúate

Lo primero es no dejarse llevar por falsas impresiones y por la imagen externa que pudiera ofrecer una determinada empresa o simplemente por la falsa seguridad de “en cualquier lugar estaré mejor que aquí”. Se trata de desarrollarse y no meramente de cambiar de lugar.

Cuál será tu lugar óptimo de trabajo estará en función de:

  • Tu perfil profesional y personal.
  • Tus objetivos.

Para elaborar ambos es importante que hagas una autoevaluación de tu formación, tu nivel de desempeño profesional, cuáles son las habilidades en las que destacas, etc. Después haz una lista con los objetivos que quieres alcanzar en el futuro. Te ayudará mucho que reflejes todo ello por escrito. Si has sido sincero y minucioso, obtendrás una buena imagen general de ti como trabajador y a partir de ahí te será mucho más fácil poder identificar y encontrar la compañía en la que ese perfil tendrá su mejor nicho.

 

¿Cómo conocer a mi empresa ideal?

Hemos hablado antes de “no dejarse llevar”. Eso significa no tomar decisiones basadas en emociones y sensaciones sin conocimientos reales que las acompañen. Por lo tanto, además de evaluarnos a nosotros mismos, tendremos que hacer lo propio con la empresa en la que hemos puesto nuestros ojos. Básicamente, necesitas saber cómo vas a encajar en ella.

Debes tratar de conocer su día a día, la forma en que se desarrolla el trabajo en el interior de su organización. Contactar con personas que formen o hayan formado parte de su plantilla y contrastar sus testimonios es la mejor manera de componer una idea completa.

Si no conoces personalmente a nadie, internet ofrece múltiples posibilidades y herramientas también en este ámbito. Los principales portales de empleo y las redes sociales te permitirán conocer de primera mano diversas opiniones.

 

Busca al equilibrio entre lo laboral y lo personal

Es cada vez más corriente que las empresas traten de facilitar la conciliación del desarrollo laboral y la vida personal de las personas que tienen empleadas, como resultado de una creciente demanda por parte de estas.

Cuando estudies a la empresa en la que has puesto tu mirada, trata de investigarla a fondo teniendo presentes los puntos de interés que son más importantes para ti. Aquí van algunas ideas:

  • ¿Ofrece posibilidades reales de conciliación laboral?
  • ¿Dispone de servicios de guardería para las personas con hijos empleadas?
  • ¿Se muestra flexible con los horarios?
  • ¿Se contempla el teletrabajo como una posibilidad?

Todo ello formará parte del salario emocional que obtendrás en esa empresa y repercutirá de forma muy positiva en el desempeño de tu labor.

 

¿Cómo se comprometerán con tu crecimiento?

Una de las fuentes más reconocidas de insatisfacción en el trabajo es la sensación de estancamiento. Las personas que valoran de forma especial su trabajo como parte de una vida plena y completa necesitan avanzar, adquirir nuevas habilidades que les abran nuevas posibilidades de promoción.

Por ello debes tratar de averiguar si la empresa que te has marcado como objetivo ofrece planes de formación para sus trabajadores y la forma en que los hace compatibles con su jornada laboral.

Las posibilidades de promoción que se te plantearán en el interior de la compañía son una de las formas más importantes de compromiso contigo, tenlas muy en cuenta. Averigua si la empresa es capaz de gestionar el talento de manera creativa y positiva o por el contrario vas a toparte con un techo que va a coartar tus posibilidades.

Reflexiona cómo ese ambiente permitirá desarrollar el plan de crecimiento laboral y personal que te has trazado.

 

Entrar en el proceso de selección

Llegado el momento en el que ya dispones de toda la información que necesitas y cuando hayas tomado la decisión de continuar tu futuro en la nueva compañía que has elegido por las posibilidades que te ofrece, te enfrentas a otra realidad: conseguir que te contraten.

Dado que has comenzado haciendo una autoevaluación completa de tus habilidades y características como trabajador, estás en una posición inmejorable para redactar tu currículum y la carta de presentación.

Lógicamente deberás adaptarla pensando en la empresa que has elegido. No tengas prisa y dedícale tanto tiempo como necesites. Debes conseguir que destaquen esas habilidades profesionales y soft skills que te distinguen y que has decidido que encontrarán su lugar en ella. Y sobre todo prepárate la entrevista: realiza un guion de la misma, piensa cómo vas a venderte y cómo vas a defender tu currículum.