Consigue transmitir confianza en la entrevista de trabajo

La entrevista es uno de los pilares fundamentales del proceso de selección de personal. Qué duda cabe de que en ella el entrevistador tiene la oportunidad de contrastar contigo la información contenida en tu currículum vitae. Ese es uno de sus principales objetivos. Pero no es menos importante para él la impresión que le vas a provocar. En pocas palabras: el entrevistador necesita que le transmitas la suficiente confianza en la entrevista como para encomendarte el puesto que deseas.

Cómo transmitir confianza en una entrevista de trabajo

“Lo primero es antes”: la preparación

Encontrarás muchos consejos para preparar una entrevista de trabajo, unos más pertinentes que otros. Si no has realizado muchas es posible que te hayas llevado al impresión errónea de que se asemeja a la audición de un actor para representar un papel en una película.

Nada más lejos de la realidad, porque no tienes que aprender un conjunto de técnicas y trucos para fingir ser alguien que no eres. Asume que la persona que te va a evaluar es tan bueno desempeñando su trabajo como tú en el tuyo y está capacitado para detectar que no estás siendo natural, que estás inseguro y que no eres sincero.

Por lo tanto, el primer paso es llegar preparado a la entrevista. Algunas cosas que deberíamos hacer en los días previos serían estas:

  • Estudiar la empresa para la que queremos trabajar. Es muy posible que el entrevistador quiera saber por qué quieres trabajar para ellos, o cómo te ves en el plazo de unos años. Se trata de preguntas que requerirán conocer la compañía.
  • Anticiparnos a las preguntas sobre nuestro currículum. Después volveremos sobre esto.
  • Preparar y ensayar un elevator pitch, que no es otra cosa que un pequeño guion corto (mejor que no pase de 3 minutos) en el que le resumes al entrevistador las razones por las que deberían seleccionarte, al tiempo que te presentas a ti mismo.
  • Reúne toda la documentación que creas que pueden pedirte además de tu CV.

 

La primera impresión es la que cuenta

Los psicólogos utilizan el término corte fino para referirse a la extraordinaria capacidad de la mente humana para realizar inferencias y formar juicios en muy pocos segundos y con muy poca información disponible. Aunque quien te va a entrevistar tenga una gran experiencia y sea capaz de controlar sus propios sesgos, será inevitable que se forme una primera impresión de ti en los primeros momentos de la entrevista.

Por lo tanto, deberás ser consciente de que esos primeros segundos tienen una gran relevancia y colocar a tu favor todos los elementos que puedas.

La puntualidad es el primero que se menciona y no es por casualidad. Siempre causa mala impresión una persona que llegar tarde a una cita de forma injustificada. Aunque llegar demasiado temprano puede dar una imagen equivocada de ti.

La imagen y aseo personal son desde luego cruciales. Este es el momento de aplicar aquello de “vístete para el trabajo que deseas”.

Un saludo cordial, acompañado de una sonrisa y un apretón de manos firme siempre transmitirán una imagen nuestra positiva y agradable que el entrevistador anotará como un punto a nuestro favor.

 

Comenzando la entrevista de trabajo

Por regla general, una entrevista de trabajo consta de tres fases:

  • Fase inicial.
  • Fase de desarrollo.
  • Fase de cierre.

Con esa primera impresión de la que hablábamos más arriba comienza la Fase inicial. Es muy posible que el entrevistador quiera “romper el hielo” con algunos comentarios sin transcendencia y preguntas generales. Está abriendo el canal de comunicación entre los dos y generando el ambiente de cordialidad en el que se desarrollarán las siguientes fases.

En estos momentos iniciales la clave está en adoptar una postura erguida en tu asiento, pero no tensa, y tratar de no moverte continuamente, ya que transmitirías una impresión de nerviosismo e inseguridad que no deseas.

La actitud que se espera de ti es la de interés y entusiasmo por el puesto de trabajo al que optas, pero es importante mostrarse dispuesto a escuchar y no comenzar a hablar sin parar.

 

Lenguaje gestual: controlar lo que se dice sin palabras

La comunicación entre las personas no se desarrolla solo a través de las palabras que intercambiamos. A través de nuestros gestos, nuestro uso del tiempo, nuestro tono de voz, etc., mandamos continuamente mensajes que nuestro cerebro está preparado para interpretar.

Esto es lo que se denomina comunicación no verbal y es de crucial importancia ser conscientes de ella y aprender a dominarla para enfrentarse a una entrevista de trabajo. Es habitual que conozcamos a una persona que nos ha provocado una mala impresión o incluso nos haya suscitado desconfianza, a pesar de no haber dicho nada incorrecto. Eso es porque su comunicación no verbal nos ha transmitido un mensaje diferente al que nos llegaba con sus palabras. Eso es lo que tratarás de evitar en la entrevista.

Hay algunos puntos clave en la comunicación no verbal:

  • La mirada. Hablar con una persona que no nos mira a los ojos nos produce la impresión de que no están siendo del todo sinceros con nosotros. Mirar a los ojos al entrevistador mientras habla y le hablas es lo deseable si quieres lograr reflejar esa confianza que tratas de transmitir.
  • El tono y volumen de la voz también mandan mensajes sobre nosotros. Si hablamos demasiado alto o, por el contrario, en susurros, dificultaremos la comunicación y daremos una impresión negativa. Desde luego, debes evitar también hablar demasiado deprisa o atropelladamente.
  • Los gestos denotan mucho sobre la persona con la que estamos hablando y es normal que los hagamos mientras contestamos a las preguntas de nuestro entrevistador. Pero es importante evitar los que se refieren a emociones negativas, ya que hemos dicho que estamos intentando transmitir entusiasmo por el puesto de trabajo y no decepción.
  • La sonrisa, cuando es sincera, transmite positividad y eso jugará a tu favor. Pero debes tener en cuenta que una sonrisa forzada conseguirá el efecto contrario al que quieres.

 

Tips extra para transmitir confianza en la entrevista

Al principio hemos hablado de la preparación previa de la entrevista y su importancia. Uno de los puntos sobre los que incidirá el entrevistador será sobre aquellos aspectos que considere negativos o contradictorios.

No te debe provocar ningún apuro porque es algo habitual. Pero has de tener preparadas de antemano las respuestas si se interesan por esos aspectos. En ningún caso es aconsejable titubear o quedarse en blanco, o tratar de pasar por encima del tema.

Por la misma razón, debes poder estar en disposición de aportar la documentación que creas que se te puede requerir, como por ejemplo títulos, certificados o cartas de recomendación. Darás la impresión de ser una persona ordenada y confiable.

Por último, es difícil transmitir a nuestro entrevistador una imagen de confianza, seguridad y profesionalidad si interiormente estamos inseguros y nos sentimos como un microbio bajo un microscopio. Trabaja tu actitud interior hacia tu futuro trabajo y céntrate en flujos de pensamiento constructivos y optimistas en lugar de colocar el foco en tus debilidades. Puede ser la mejor forma de irradiar confianza.