Evaluar los RRHH de una empresa, ¿qué hay que tener en cuenta?
Evaluar la situación del área de RRHH de una empresa suele ser el primer paso para poner en práctica estrategias que optimicen su propósito. Algunos aspectos que hay que tener en cuenta en este tipo de evaluación son los indicadores que vas a utilizar para medir el desempeño, el rendimiento, el grado de satisfacción, el engagement laboral o el índice de rotación. Aplicar las metodologías de la psicología empresarial es recomendable.

La importancia de evaluar los RRHH
Tanto si tu empresa va viento en popa a toda vela como si sobrevive a duras penas o, en el peor de los casos, observas dificultades y retos para lograr la sostenibilidad, uno de los must de la gestión es evaluar los recursos humanos. En este sentido, para optimizarla es vital centrarse en datos prácticos. Es decir, indicadores significativos para la organización y medibles, comunes a todos los evaluados, independientemente de unos u otros objetivos. Por ejemplo: productividad del personal, calidad de las contrataciones, plazo para obtener beneficios al incorporar a nuevos empleados, rotación del personal o salarios.
Desde la pandemia, esta evaluación debe ser transversal en la medida en que registre datos tanto cuantitativos como cualitativos. Es aconsejable comenzar desde la escucha activa, es decir, hay que consultar a los trabajadores. Si tu compañía ha implantado el trabajo en remoto o las jornadas híbridas, es fundamental ver cómo se sienten teletrabajando, así como detectar aspectos que no estén funcionando bien y darles solución. Hacer caso omiso nunca dará buenos resultados.
En este contexto, es importante seguir haciendo evaluaciones del desempeño de RRHH, con más razón si la plantilla o parte de ella trabaja desde sus casas. Y no es que se trate de medir la productividad solamente, sino de analizar qué dificultades están teniendo y qué ventajas encuentran en esta nueva situación.
Cómo optimizar la evaluación del desempeño en RRHH
La evaluación de desempeño se ha convertido en una herramienta estratégica dentro de las empresas. Medir el rendimiento de los trabajadores es un proceso complejo que requiere de una metodología clara y unos recursos mínimos. Sin embargo, merece la pena el esfuerzo, ya que permite sacarle el máximo partido al recurso más importante de la organización: las personas.
El primer paso es revisar el organigrama de la empresa, si ya lo tienes, o realizar uno en el caso de que no cuentes con él. Este diseño de la información debería mostrarte los siguientes aspectos:
- La estructura jerárquica de la empresa, con sus respectivos responsables. Implicarlos en la evaluación es decisivo para lograr el impacto que deseas.
- Los departamentos existentes. Además, visibilizas la ausencia de alguno que pudiera ser necesario como IT o el mismo de recursos humanos.
- Los puestos a cubrir o la posibilidad de optimizar moviendo de lugar el capital humano existente.
Si en algún momento llegaste a considerar factible la evaluación individual de cada trabajador, hoy día ya no se trata tanto de lograr este objetivo como de analizar la gestión de tu capital humano. Y a su vez cómo encaja en el plan estratégico de la empresa. El rendimiento puntual de un empleado suele hablar más del clima laboral y de los flujos internos que del propio talento. Hoy en día, la evaluación del desempeño mide de forma integral y lo más objetiva posible qué hace el trabajador, cómo es y qué consigue. O dicho de otra manera: su rendimiento, su productividad, su engagement laboral, sus competencias y su comportamiento profesional.
Fases en la evaluación de los recursos humanos
Por desgracia, las organizaciones no siempre tienen la capacidad para contar con un departamento de recursos humanos o ni siquiera un puesto específico enfocado a este eje fundamental. Sin embargo, si quieres que el proyecto empresarial sea sostenible y sobreviva, es fundamental que inviertas en reformular la estrategia poniendo la experiencia del empleado en el centro. Cualquier organización que quiera ganar en competitividad y eficacia realiza evaluaciones de desempeño de sus empleados.
Estructurar la medición pasa por generar los indicadores y por calendarizar. El actual diseño ha sustituido al clásico de evaluación, generación de encuestas y envío, seguimiento y cierre. En la actualidad, el recorrido empieza con la formación y el análisis de las expectativas de los trabajadores. Para ello, es recomendable aplicar la psicología empresarial. Reserva un tiempo en el plan de recursos humanos anual que puedes denominar periodo de observación. Esta inversión de tiempo puede ser la clave para acertar con los siguientes pasos.
Psicología empresarial y engagement laboral
La psicología empresarial, es decir, la especializada en RRHH usa diversas herramientas, como son los cuestionarios de satisfacción que sirven para ejecutar un diagnóstico del clima laboral y detectar fuentes de conflicto. También usan las entrevistas, especialmente a la hora de reclutar, pero son útiles además si hay tensiones que resolver. Cualquier método que les ayude a evaluar fenómenos como el clima organizacional, la productividad y la salud de los empleados será tenido en cuenta para, posteriormente, poder aplicar técnicas psicológicas para corregir los posibles desajustes.
Es muy importante que las personas responsables sean accesibles para escuchar el feedback constructivo de los trabajadores. Pero de igual importancia es que estén preparados para atajar la situación en caso de conflicto o responder a las demandas. No hay nada menos productivo que recoger información y que la plantilla sienta que no genera ninguna acción o propuesta por parte de la empresa. Elabora un plan de acción con los datos recogidos, sé empático y promueve la adaptabilidad al cambio.
Por otra parte, desde esta disciplina puedes configurar el role model o la persona tipo ideal para cubrir un puesto. Este paradigma sirve para definir con precisión las tareas así como lo que la empresa espera del desempeño de este empleado. Transmitir de manera sosegada, clara y transparente a cada trabajador lo que esperas de él es garantía de compromiso. Reforzando la cultura corporativa y apostando por este engagement laboral, obtendrás un equipo consolidado y cohesionado que progresará de manera constructiva tras el feedback obtenido en las diversas modalidades de evaluación.