Mantener viva la motivación para retener el talento valioso
El éxito de una organización no depende únicamente de la financiación o de recursos técnicos. Conseguir que se desarrolle adecuadamente tu empresa depende en gran medida de una eficaz política de captación del talento que te permita contar con las personas mejor capacitadas.
Sin embargo, retener esos valiosos recursos es lo realmente difícil. Con frecuencia, los empleados se sienten desmotivados y se crea un ambiente laboral que frena el desarrollo de la compañía. ¿Qué está ocurriendo?

La importancia de una plantilla motivada
A veces, comenzar por lo obvio es lo más útil: una empresa está formada por personas. Del nivel de implicación de esas personas en su trabajo y su capacidad para alcanzar su nivel óptimo de desempeño dependerá el éxito de la compañía. Aunque pueda resultar un razonamiento de esos que llaman de Perogrullo, muchos proyectos empresariales fracasan porque sus responsables no lo habían asumido previamente.
En la actualidad, la fidelización del talento forma parte de la cultura de recursos humanos, y cuidar y fomentar la motivación en los trabajadores no es la menor de las tareas implicadas en ello.
Una persona puede acudir cansada a su trabajo o pasar una mala racha por muchos motivos ajenos a su trabajo. Pero cuando notamos que está adoptando una actitud presentista y pasiva en el desempeño de su labor, que sus retrasos se multiplican y sus quejas son continuas, tenemos que llegar a la conclusión de que le falta motivación. Y una o varias personas desmotivadas pueden erosionar gravemente el trabajo en equipo. Tanto por el entorpecimiento de los flujos de trabajo como por provocar también la desmotivación en otras personas. Y de esta forma es muy posible que no consigas los objetivos de tu organización o que se vean retrasados.
Antes de entrar en las recriminaciones y programar una charla en la que posiblemente se van a producir más problemas de los que se van a solucionar, por inevitable que sea, una actitud más creativa sería indagar en las causas de esa desmotivación.
El trabajador que se siente desmotivado, antes o después, puede plantearse cambiar de compañía. Eso significa que tu empresa puede perder el que quizá fuera un valioso talento que costó encontrar y reclutar.
¿De qué forma puedes revertir esa situación en tu plantilla? ¿Puedes volver a motivar a tus empleados?
Diagnosticando la falta de motivación laboral
Antes ya hemos apuntado brevemente algunos de los síntomas más evidentes de que nuestros trabajadores carecen de motivación. Hemos mencionado los retrasos y las quejas constantes. Pero quizá no todos sean tan evidentes. Hay algunos puntos sobre los que deberías estar en guardia.
Un trabajador que carece de la motivación necesaria tenderá a ser reactivo antes que proactivo y cumplirá con su labor en la medida necesaria para no ser amonestado o no ver en peligro su continuidad en la empresa. Hará exactamente aquello que le ordenen y, cuando lo haga, será de una forma descuidada.
Utilizará también todas las formas de procrastinación a su alcance: alargará los ratos para tomar el café y los descansos, intentará charlar con sus compañeros o utilizará la más mínima incidencia técnica en su equipo para detener o retrasar su trabajo.
Intentará “volar por debajo del radar” de sus superiores, es decir, no querrá resaltar entre sus compañeros expresando su conformidad o inconformidad durante la labor en equipo. Por el contrario, se mostrará sumiso y conformista.
Steven Reiss, catedrático de Psicología de la Universidad de Columbia, desarrolló una herramienta para medir el nivel de motivación de los empleados. Se conoce como Perfil Reiss o test RMP y es usado por los departamentos de Recursos Humanos de empresas de todo el mundo.
El test RMP mide 16 motivadores universales para todas las personas, tales como Poder, Curiosidad, Honor o Familia, a través de un cuestionario de 128 preguntas. Es muy útil para realizar una diagnosis más profesional, más allá de las observaciones personales y subjetivas sobre tus empleados.
Causas de la desmotivación
Aparte de circunstancias personales y específicas tales como problemas familiares o económicos, existen determinadas causas que pueden desencadenar la desmotivación en tus trabajadores.
Por ejemplo, un estilo directivo equivocado: tanto empresas con una falta total de organización y liderazgo como actitudes autoritarias por parte de la dirección pueden redundar en la desorientación y el descontento de los empleados.
Si un empleado cree que sus responsabilidades están muy por debajo del sueldo que percibe comenzará a sentirse frustrado. Es posible que aguante durante un tiempo por inercia o por circunstancias personales, pero siempre será una persona insatisfecha en la organización y es muy posible que pierdas la oportunidad de aprovechar su talento al máximo.
Hay otros factores desmotivadores, como el desempeño de labores repetitivas a lo largo de años, la falta de promoción dentro de la organización o la existencia de un clima de tensión entre los trabajadores.
Cómo puedes motivar a tus trabajadores
Es muy posible que una breve charla con los empleados que han perdido su motivación para el trabajo y algunos pequeños ajustes solucionen el problema. Sin embargo, el problema puede ser más profundo y generalizado o puedes desear implantar en tu compañía una cultura de fidelización del talento que incida en la motivación.
La psicología reconoce dos tipos básicos de motivación:
- La motivación intrínseca es algo interior y propio de una persona y no depende de las acciones o políticas de la empresa ni de nadie más: puede ser el reconocimiento social que le da su trabajo, por ejemplo. Es muy importante que busques y captes a estos trabajadores y hagas lo posible por retenerlos.
- La motivación extrínseca depende de factores externos y son los que conviene cuidar por parte de la empresa, ya que pueden dejar de ejercer su impulso en el trabajador.
Existen diversas formas de incentivar esta motivación extrínseca, pero hay un error que debes evitar y es no personalizarlas. Cada persona es diferente a otra y, aunque hay cosas que nos impulsan a todos, no lo hacen siempre en igual medida. Descubrirás que cada trabajador debe ser motivado de una forma diferente.
- Intenta que el salario de tus trabajadores esté ajustado a su desempeño, su dedicación y sus responsabilidades. Este es uno de los principales factores desmotivadores, como hemos visto antes. Piensa que, a veces, cuando pagas barato, pagas dos veces. Porque un proyecto que ha sido entregado de forma deficiente o descuidada deslucirá tu marca y posiblemente te haga perder clientes.
- Asegúrate de que no sobrecargas de trabajo a tus empleados y fomenta la delegación para Una persona que tiene más carga de la que razonablemente puede soportar será una persona estresada y, a la larga, poco productiva.
- Conoce a fondo la preparación y las soft skills de tus empleados, y destínalos siempre allá donde van a sentirse más a gusto y darán lo mejor de sí mismos.
- Plantéate la flexibilización del horario laboral para que se adapte a las realidades particulares de cada persona (hijos, distancia de trabajo, personas a su cuidado, etc.), así como implementar el teletrabajo para determinados puestos.
- Asegúrate de que se hace un seguimiento personalizado de la labor de tus trabajadores y que se reconocen sus logros y el trabajo bien hecho. Eso te asegurará que estén mucho más motivados en el futuro.
- Ofrece planes de carrera en tu compañía que permitan a tus empleados prosperar en sus carreras profesionales y optar a la promoción interna.
- Escucha a tus empleados y ten en cuenta sus sugerencias y críticas. Se sentirán más implicados y te beneficiarás con la aportación de nuevos puntos de vista.
- Fomenta siempre el trabajo en equipo por encima de los esfuerzos individuales.