El dilema trabajo-vida personal: ¿Qué factores hay que tener en cuenta?

Los cambios en la sociedad, las dinámicas familiares y las crecientes exigencias de los entornos laborales hacen que el binomio trabajo-vida personal no sea siempre fácil de compaginar.

Las dificultades para lograr la conciliación afectan a todos, pero en especial a las mujeres que tienen hijos. Sin embargo, es posible equilibrar la balanza y conseguir que la tensión entre esos dos mundos tan diferentes no nos ahogue.

Mujer en la oficina con su hijo mientras trabaja intentando conciliar el trabajo con la vida personal

Conciliar el trabajo y la vida personal como necesidad

Con frecuencia, el trabajo cumple aquella famosa ley de los gases y tiende a ocupar todo el espacio que le rodea. Y cuando comienza a invadir tus horas de sueño y el tiempo que pasas con tu familia y tus seres queridos, entonces es ya definitivamente demasiado.

Sin embargo, “conciliación laboral” no significa necesariamente “trabajar menos”. Esa mala interpretación es la que hace torcer el gesto a más de un empleado y empleador. Y, sin embargo, en la conciliación puede estar la clave para llegar a dar el 100% en tu vida laboral.

Es un concepto complejo que se refiere más bien a la correcta gestión de tus recursos personales, de tus energías. El objetivo es que estés en disposición de vivir plenamente tu ocio y tu vida en familia y que logres la mayor eficiencia durante tu jornada laboral.

Una persona que renuncia a todo para dedicar el mayor tiempo posible a su profesión no es necesariamente un mejor trabajador. En primer lugar, puede estar confundiendo el presentismo con la productividad. Un equipo mal liderado puede llegar a la conclusión de que lo mejor para su futuro en la empresa es alargar la jornada lo más posible.

Tanto si ese es el caso como si realmente estás realizando una mala gestión de tu jornada, debes tomar conciencia de que estás acortando tu periodo útil como trabajador. La falta de descanso y el exceso de trabajo suelen desembocar en el síndrome de burnout, o del trabajador quemado. Y llegado a ese punto, no serás el trabajador que esperas ser.

Antes de llegar a esa situación, que normalmente pasa por la visita a un especialista, es mucho más productivo para ti aprender cómo ser un corredor de fondo, haciendo que esas dos facetas de tu vida convivan con normalidad.

 

Algunos consejos para equilibrar el trabajo y la vida personal

Seguramente piensas que todo esto está muy bien como declaración de principios. Y mucho más si lo estás leyendo ya de noche, tras un día de trabajo agotador y tu familia está ya en la cama. Te estarás preguntando: “¿Qué es lo puedo hacer yo? ¡Así es el trabajo!”.

Una cosa es cierta y es que no puedes controlar todo lo que tienes alrededor y que no todo en la vida es actitud y fuerza de voluntad. Pero a pesar de todo ello, es mucho lo que puedes hacer. Aquí van algunos tips:

  • Establece jerarquías, tanto en el trabajo como en tu vida. Darle el mismo nivel de importancia a todo lo que acometas no te va a acercar más a tus objetivos.
  • A la hora de elegir un trabajo o contestar una oferta, ten en cuenta otros factores además del salario, como la flexibilidad y el tiempo de transporte.
  • Si tienes un puesto directivo o de cierta responsabilidad, aprende a delegar. En cuanto a tu vida privada y familiar, no tengas ningún problema en pedir ayuda si estás en posición de hacerlo.
  • No renuncies a las cosas que te gustan, a tus hobbies o a aquello que te provoca relajación.
  • No caigas en el perfeccionismo. Algunas personas tienen una tendencia natural a gastar tiempo inútilmente pretendiendo que todos los proyectos que acometen sean perfectos.
  • Separa tu tiempo libre de tu tiempo de trabajo y no permitas que se mezclen ambos.
  • Y, sobre todo, lo más importante de todo, planifica meticulosamente tu tiempo, tanto el dedicado al trabajo como el familiar y de ocio. Descubrirás que puedes aprovechar mucho mejor la semana.
 

Cómo negociar con la empresa la conciliación laboral y familiar

Está claro que, por mucho que pongas de tu parte, puede llegar el momento en que te veas obligado a sentarte con tu empleador para negociar de qué forma evitar que tu tiempo de trabajo se siga comiendo tu vida.

Desde luego, el escenario puede cambiar mucho en función del talante de tu interlocutor, del momento por el que atraviese el sector o de la relación que mantengas con la empresa. Pero, en cualquier caso, será una situación para la que vas a necesitar echar mano de todas tus dotes de negociador.

Debes tener en cuenta que, en una negociación, ambas partes esperan sacar algo además de ceder en algo.

  • Dedica el tiempo que necesites a identificar cuáles son tus necesidades y los límites que quieres poner. No te va a servir de mucho una declaración general del tipo “necesito más tiempo para mí”. Sé específico en cuanto a lo que está dañando tu vida personal y lo que necesitas.
  • Elige cuidadosamente el momento más oportuno. Tú conoces perfectamente, igual que tu empleador, las circunstancias del servicio y qué momentos son los que resultan más estresantes para todos. Evita plantearlo entonces.
  • Infórmate antes sobre las políticas de la organización respecto a la flexibilidad y cómo contempla la posibilidad del teletrabajo.
  • Plantéalo como una situación de win win, en la que ambas partes saldrán fortalecidas. Prepara argumentos sólidos que apoyen esa idea.
 

¿En qué profesiones entran más en conflicto el trabajo y la vida personal?

Desde luego, no todas las personas se ven enfrentadas a este problema. Hay determinados profesionales que disfrutan de un equilibrio envidiable entre ambos mundos y eso les permite desarrollarse plenamente. Las profesiones donde hay más probabilidades de que exista el conflicto son:

  • Aquellas que exigen turnos rotativos que cambian cada cierto periodo de tiempo.
  • Las que tienen jornadas de trabajo de duración indeterminada y poco previsible por la propia naturaleza del servicio.
  • Puestos con alta responsabilidad, como pueden ser directivos y jefes de departamento. Dirigir un equipo humano y asumir el peso de importantes decisiones puede impulsarles a consumir su tiempo personal.
  • Aquellos cuyo trabajo supone tratar directamente con las personas de una forma que implique carga emocional, como pueden ser los profesionales sanitarios, de emergencias o de cuerpos de seguridad del estado.